
Si os quejáis porque este año os toca pringar y preparar la cena de Nochebuena, es que se nota que nunca os ha tocado preparar las Navidades siguiendo la tradición polaca.
Ni el entrenamiento intensivo de los Rangers pondrá tanto a prueba vuestra resistencia física y mental como tener que preparar las Navidades siguiendo la tradición ancestral de mi país natal.
Según la tradición polaca, en la cena de Nochebuena debe haber doce platos (por lo de los doce apóstoles y eso) y debéis preparar todos y cada uno de ellos con vuestro sudor, sangre y lágrimas porque, como indica la tradición, la comida en la cena de Nochebuena ha de ser casera. Lo suyo es empezar a cocinar en julio, que luego todo son prisas.
El plato principal de la cena de Nochebuena es la carpa. Sé lo que estáis pensando. Seguro que ahora todos os estáis imaginando las gigantescas carpas del estanque del Retiro. Ñami.
Volviendo al tema, cuando yo era pequeña vendían las carpas VIVAS. No había forma de comprarlas muertas ni mucho menos fileteadas. Comprabas una vivita y coleando, y el pobre pez nadaba en la bañera hasta el momento de su ejecución. Por suerte, la tradición no dice nada de que tengas que cargarte la carpa con tus propias manos, así que venía muy bien tener un vecino machaquilla al que no le importaba hacer de verdugo. Ya que mi madre se negaba en rotundo a matar animales y mi padre era incapaz de hacerle daño a ningún ser vivo, a nuestra casa venía el machaquilla.
Si pensáis que matar a la carpa era lo peor que os esperaba, os recuerdo que para poder freírla, antes tenéis que limpiarla. Eso consiste sencillamente en quitarle las escamas, abrirla en canal y hundir vuestra manita en sus entrañas para sacar todas las tripas. Es como para desmayarse de la alegría. Puede que allí se os empiece a notar una pizquilla de cansancio. Aunque claro, siempre os podríais amenizar la tarea con los villancicos.
Podríais, si no fuera que los villancicos polacos son un acompañamiento perfecto para cortarse las venas. Vamos, que Noche de paz comparada con los villancicos polacos tradicionales es el himno a la alegría.
Pensaréis que una vez que la carpa esté muerta y frita, podéis servir la cena y descansar el resto de la noche. De eso nada, majetes. Ahora tocan los regalos.
En Polonia los regalos los trae Santa Claus. Pero no es igual que en los Estados Unidos, allí van a lo fácil porque Santa trae los regalos de noche cuando los niños están dormidos. En Polonia Santa Claus los trae después de la cena de Nochebuena y los reparte DELANTE de los niños. Superad eso. Ahora, al deleite del trabajo de los doce platos caseros, la carpa viva y los villancicos, se le añade el quebradero de cabeza quién se disfraza del dichoso barrigudo y cómo hacerlo para que los niños no se den cuenta de que de repente falta alguno de los familiares, y se lo traguen que es el mismísimo Santa Claus quien está repartiendo los regalos.
Una Navidad, cuando era bastante pequeña, quien se disfrazó de Santa Claus en mi casa fue mi abuela (en serio, no me preguntéis por qué se empeñó en hacerlo). El caso es que tuvo que ponerse los pantalones, la chaqueta, algo para simular la tripa, los guantes, la barba falsa, la peluca, el gorro y toda la parafernalia, y cuando entró envuelta en todo ese atuendo, le dio una bajada de tensión. Después de los doce platos, la carpa y los villancicos, a cualquiera le hubiera dado un chungo. En fin, la tradición navideña polaca es dura, amigos.
Si habéis conseguido repartir los regalos sin destrozar la magia de la Navidad ni la infancia de vuestros hijos, podéis relajaros viendo el clásico navideño televisivo: Solo en casa. No ponen otra cosa, lo que es bastante comprensible. Después de haber matado y limpiado la carpa con el acompañamiento de los animados villancicos polacos, no hay huevos de poner Qué bello es vivir. Podéis decir lo que queráis, pero la psique humana tiene sus límites.
En fin, paséis la Navidad en Polonia o en España, no os olvidéis de dos maravillas que os permitirán sobrevivir a estas fiestas: Espidifen y los pantalones o la falda con goma. ¡Feliz Navidad!