Hoy os traigo una noticia estupenda porque por fin he encontrado la respuesta a la pregunta que más me hacen desde que he llegado a España: ¿es difícil aprender polaco?
Resulta que tengo un amigo majísimo y ¿os suena este tipo de gente que durante toda su vida no sale del bucle entre to be y to have? Pues él es todo lo contrario, no solo domina a la perfección el inglés, sino que además sabe japonés y hebreo (JAPONÉS Y HEBREO).
Pues este amigo mío hace años puso en InfoJobs «Soy español, soy profesor de lengua y busco trabajo» y los mejores expertos del mundo del empleo le aconsejaron que, si no le interesaba ser becario o vender seguros a comisión, buscara algo fuera de España. Y así acabó en Polonia donde da clases de español en la universidad de una ciudad con un nombre fácil y sencillo de recordar, escribir y deletrear como es Szczecin.
Ahora su madre se pone muy contenta cada vez que alguien le pregunta a qué ciudad de Polonia se ha ido su hijo (aunque yo particularmente pienso que estaría mucho más contenta si se hubiera ido a, por ejemplo, Szczebrzeszyn).
En fin, pues, como os podéis imaginar, Mi Amigo El Profe con semejantes facilidades para los idiomas no ha tenido ningún problema en aprender el polaco. Por supuesto, excepto aquel pequeño bache de tres años en los que, cada vez que llegaba del curro a casa, se tumbaba en el suelo en posición fetal con los ojos apretados y las manos sobre los oídos. Pero ya no me dice que el klingon y el élfico parecen una puñetera broma comparados con el polaco, idioma, como lo describió, «producto de un cerebro desquiciado y vil, que suena como un enjambre de moscardones».
Pero no penséis que toda su vida allí son penurias. Mi Amigo El Profe se lo pasa muy bien corrigiendo los ejercicios de sus alumnos. Sobre todo mucha alegría le proporcionan los principiantes cuando en sus redacciones ponen cosas como: «Todos los días se me levanta a las seis», «Me corro todas las tardes por el parque», «Ayer me comí una macpolla» u «Hoy he comido un pollo asado con patas».
El Karma y la justicia divina existen.